Thursday, July 17, 2008

Otra más.



Como verán, por aventuras no quedaba, era divertido salir en la tarde, claro, después de comer, hacer la tarea y la dichosa siesta a jugar con los vecinos, éramos muchos, teníamos cantidad de juegos, la roña, las escondidas, pegarle al bote, a doña Blanca, los encantados, quemados, salto del burro, 1, 2, 3 por mi, las cebollitas, y otros que ahorita escapan a mi memoria; bueno, eran muchísmos juegos que seguramente algunos ni los conocen. Siempre con las rodillas rotas llenas de costras por supuesto, ya que era parte de la diversión, porque las caidas estaban a la orden del día.

Jugábamos hasta que mi mamá nos llamaba a cenar, que era cuando mi papá llegaba de trabajar, se iba en su bicicleta, porque nunca tuvimos coche, pero ni falta que nos hacía, la verdad.

Un día de esos fué cuando llegó a molestar aquel "cara de guante" que ya les platiqué en un post anterior, yo pienso que le daba envidia que nosotros éramos muchos jugando y él siempre solo, porque la verdad es que además de que no vivía cerca, digo cerca a una cuadra de distancia :D nadie quería jugar con él pues era muy grosero.

Era curioso porque en una esquina vivíamos nosotros Montes, en otra unos Islas y en la otra unos Lagos a la mejor por eso nos llevábamos bien :D

Un día, mi hermano Paco andaba jugando con un trompo y se le hizo fácil recogerlo y ponérselo a una niña en la cabeza, claro, el trompo dando vueltas como loco, igualmente arrancando pelos que daba gusto y la niña gritando y llorando, pues era claro que le dolía.

Estábamos en la casa, ya estaba obscureciendo, cuando tocan a la puerta y era la mamá de esta niña, a quien llevaba de la mano toda llorosa y un lunar no muy pequeño, donde se veía que le faltaban bastantes cabellos. Mi mamá ya se imaginarán, estaba muy apenada y regañaba a Paco, el cual solo escuchaba con la cabeza baja.

Mientras todo ésto ocurría en la puerta, yo aproveché para echar el famoso DDT con una bomba por supuesto, no existían los aerosones ni nada de eso.

Terminé de echar DDT por toda la casa y cerré puertas y ventanas y salí, cuando cerré la puerta, lo hice con mucha fuerza, sin darme cuenta que el dedo gordo de la mano derecha, se había quedado dentro :(

Me paré a un lado escuchando toda la queja de la Sra. en contra de mi hermano, empecé a sentir cómo el dedo me latía y me empezaba a doler muchísimo. En una de esas, la señora deja de hablar y me dice... Lydia, qué te pasó????

Yo volteé a verme la mano y no me había dado cuenta, pero un chorro de sangre salía de él.
Bueno, con decirles que hasta se olvidó el regaño a Paco, pues en ese momento me tuvo que llevar mi mamá al hospital, donde me lavaron, de un modo salvaje, la enfermera tomó unas pinzas y sin decir ni agua va, me jaló la uña!!... saben cuánto me dolió?, bueno, pues más que eso.

Pero creo que lo que más me dolió fué no poder jugar a las canicas en la escuela, porque claro que era una vaga, tenía canicas de todos colores... jugaba de apuesta y por lo general ganaba. Jugaba al trompo, rompí más de uno, también rompieron el mío :( jugaba balero, yoyo y en fin, era lo que se llama un "tom boy" en toda la extensión de la palabra.

Hasta aqui mi choco aventura del día (como dirían mis hijas).

Hasta pronto!



Por cierto, todavía tengo un balero por allí y de vez en cuando lo juego, por supuesto ya no con tanta hablidad :D


2 comments:

Anonymous said...

Pues como voy a creer que el dedo casi se te cae y no dices nada? :P Fijate que no hace mucho mi abuela me contaba que ella era vaga con las canicas, que las que mas le gustaban son las que parecen de agua (igual que a mi) y que un dia le gano todas las canicas a un tio suyo, pero el muy enojado dijo que no se las daba y ya te imaginaras el gran drama y pelea por las canicas! como me rei!
Por cierto que yo nunca he jugado a las cabollitas :o)

Mandy said...

Me gusta mucho como escribe y todolo que nos cuenta, de verdad hasta a mi me dolio el dedo...
saludines.