Friday, August 18, 2006

Empalme, Son.



En febrero de 1949 mi mamá, mis tres hermanos y yo, empezamos el largo camino hacia Empalme, Sonora.

Tomamos el tren que nos llevaría, en el cual teníamos que pasar 48 horas por lo menos, ya que en esos tiempos no era difícil que algo sucediera.

No estoy segura, pero yo creo que ya en el estado de Sinaloa, el tren se paró y como fué de noche no nos dimos cuenta, luego empezó a movese para atrás (¿?) todos nos preguntamos qué estaba sucediendo.

Más tarde nos dejaron en unas vías donde había unos furgones que ya no funcionaban y que se habían convertido en casas para alguna gente, no era raro ver furgones como habitación en todas partes del país a orillas de las vías.

En esa época, el ferrocarril era muy importante, no había tantas carreteras y era más seguro, y fué construída por Porfirio Díaz.

He de decir que Porfirio Díaz hoy en día es conocido como alguien intransigente, dictador y muchas cosas no buenas, pero también he de decir que mucho de lo que hoy es México se debe a él, muchos edificios como Bellas Artes, el edificio de correos, el de telégrafos, que ahora es el Museo Nacional, fueron construidos por él.

Mi abuelita siempre me contó cosas muy buenas, nunca tuvo una palabra mala para él y siempre lo recordó con mucho cariño, si hubiera sido todo lo que dicen de él no creo que la gente lo hubiera querido.

Si hubiera dejado el poder a tiempo, estoy segura que hoy sería recordado de otro modo.

Que cometió muchos errores estoy de acuerdo, pero quien no los hace? él fué quien derrotó a los franceses en Puebla y sin embargo, cuando Madero llegó al poder y expulsó a Díaz al extranjero, quién mandó un barco para llevarlo y darle asilo? si, los mismos franceses, por algo ha de haber sido.

Lo malo de la historia escrita es que la escriben los vencedores, entonces no se dice la verdad, asi que yo lo único que tengo es lo que mi abuelita me platicaba de él y no tengo ninguna duda que siempre me dijo lo que su corazón sentía.

Bueno, como les iba diciendo, cuando nos dimos cuenta, el tren no se movía y todo mundo empezó a especular en lo que estaba sucediendo, bueno lo que había pasado es que había llovido tanto que un tramo de vía se encontraba mal y no podíamos seguir adelante, sino hasta que se reparara.

Para ésto mi mamá había hecho amistad con otra señora que viajaba sola también con dos niñas entonces ya éramos cinco niños hambrientos.

La gente que vivía en los vagones, empezaron a hacer su agosto y un taco lo vendían a precio de oro, claro, como siempre, era tiempo de hacerse de algo de dinero.

Mi mamá y la otra señora, estuvieron de acuerdo que no era posible alimentarnos de lo que la gente vendía, ya que no era algo substancial y si muy caro.

Asi que decidieron irse a buscar comida para todos nosotros, asi que como yo era la mayor, me dejó encargada de todos los niños y se fué con la señora a buscar algo de comer.

Pasaron horas y horas, que se nos hicieron larguísimas, sobre todo porque ya queríamos algo que comer, debo decir que tanto mis tres hermanos como las otras dos niños se portaron a la altura y nunca dieron lata, o lloraron o hicieron algún drama.

Cuando vimos que llegaban las mamás nos dió muchísimo gusto, imagínense, llegaron con ollas y comida, mucha comida! :) resulta que habían caminado y caminado, llegaron a una casa, donde tenían gallinas, compraron dos, desde matarlas y quitarles las plumas, ponerlas a cocer, les hicieron arroz, bastante para todos y tortillas, ya se imaginarán el banquete, y además riquísimo todo.

A la mejor a partir de ese día me gusta tanto el caldo de pollo con arroz rojo :)

Claro que toda la gente cuando vió que llegaron con la comida para nosotros, quisieron comprársela, pero se tuvieron que quedar con las ganas, ya saben todos sentados a ver qué sucedía, sin embargo mi mamá tuvo la valentía de salir a buscarle de comer a sus pollitos :).

Ya en la noche compusieron la vía y finalmente llegamos a Empalme Sonora.

Mañana les seguiré platicando y prometo ya no volverme a tardar tanto en escribir, o nunca voy a terminar :)

Los quiero mucho!!

Felicidades!!


Aunque sea un día después quiero felicitar por este medio a mi media naranja. Qué puedo decir. Como dice la canción "la mitad de mi", mi complemento, hace ya medio siglo que lo conozco, bueno, casi. Y porqué no decirlo, lo quiero mucho. MUCHAS FELICIDADES MARIDO!! Porque sigamos acompañándonos todavía muchos años :)

De vuelta al Distrito Federal


Cuando llegamos de regreso a la ciudad de México, llegué a tercer año de primaria, iba a una escuela cerca de la casa de mi abuelita, mi tía Pepis me llevaba diario, se llamaba Estado de Yucatán (todavía existe).

Al poco tiempo mi papá se tuvo que ir a Estados Unidos a trabajar, supongo que la situación era como ahora, no había trabajo, estuvo allá como un año, un año y medio, no recuerdo bien, en ese inter me enfermé, fuí a dar al hospital y todo lo que ya les platiqué.

Todavía estaba en el hospital cuando mi papá regresó. Lo volví a ver un día que llegó con mi mamá a visitarme, me dió mucho gusto, ya que lo extrañaba mucho.

Empezó a trabajar en la construcción de unos multifamiliares que todavía existen enfrente del Hospital Veinte de Noviembre.

Nos fuimos a vivir a un departamento a la colonia Portales, allí mi hermano recogió un perrito, no recuerdo su nombre, pero al poco tiempo tuvo cachorritos y salieron muy bonitos, muy chinos.

Toda mi familia tiene el cabello chino, asi que cuando llegamos con ellos, todos los tíos empezaron a decir... vaya!! hasta los cachorritos tenían que ser chinos!!

Un día estaba cargando uno de ellos, cuando se abre la puerta de la casa del fondo y salió un gran perro al que todos le teníamos mucho miedo, cuando me vió a medio patio se fué sobre mi y me puso sus gran patas en el pecho que me tiró y me pegué en la cabeza que quedé desmayada del golpe, cuando volví en mi, ya la familia estaba toda reunida viendo si no me había pasado algo. Afortunadamente sólo fué el susto.

De aquella época recuerdo mucho que nos llevaban a ver unos títeres muy famosos, de unos hermanos Rosette Aranda, eran muy grandes y nos gustaban mucho.

Otra época fué que mi papá trabajaba en no recuerdo qué lugar, pero le daban boletos para ir a la XEW, fuimos varias veces y también nos divertíamos mucho, generalmente después nos íbamos a tomar chocolate con churros ahhhh ya se me antojaron :)

Y en 1948 mi papá se fué a trabajar a Empalme, Sonora.

Pero eso vendrá en mi próximo episodio :)

Cuídense y como siempre los quiero mucho.

Alguien me podría decir cómo subir las imágenes que hace tiempo no puedo?






Wednesday, August 09, 2006

Felicidades mami!!



Quiero felicitar muy especialmente a mi mamá por su cumpleños el día de hoy.

Como les he dicho, cuando estuve internada durante meses en el hospital, nunca dejó de visitarme.

Cuando me operaron del apéndice, desperté de la anestesia con muchísimo dolor, con náuseas y todo lo natural después de una operación. Abrí los ojos y vi a mi mamá, sentada en una silla tejiendo.

Sólo de verla allí, me sentí bien y me volví a dormir, tranquila, sabiendo que ya nada me pasaría. Cuántos años tenía entonces? 17 años.

Gracias por estar siempre a mi lado mamá.

Gracias por todo.

Te quiero mucho!!

Tuesday, August 08, 2006

Nuestra estancia en Valsequillo


Seguramente durante 1945 llegamos a Valsequillo, Pue. Nuevamente mi papá se fue atrabajar en otra presa, ahora la de Valsequillo, construida en 1946 sobre el río Atoyac, a 30 km de la ciudad de Puebla, tiene una cortina de 85 m de altura y un envalse de 500 millones de m3 de agua, destinados a irrigar 33,000 ha en los valles altos de Puebla.
Mis recuerdos de ese lugar no son muchos, pero si muy importantes, mi papá como siempre nos hizo varios juguetes, recuerdo uno en especial, era una rueda de metal, y que nosotros hacíamos girar con un alambre grueso, para que no perdiera su forma y corríamos tras ella, por lo menos a mi me gustaba mucha, nos hizo zancos, con los cuales un día atravesando la calle casi me atropella un coche, si no ha sido por mi pericia y mi pronta reacción de saltar, me lleva de “corbata”.

Lo que si es que pasó encima de uno de ellos y lo rompió. Allí quedó mi aventura con ellos, pero los disfruté mientras duró :)

Me gustaba mucho el béisbol, tanto que hice mi propio equipo, tengo que decir que sólo tenía ocho años de edad. Es uno de los deportes que siempre me gustaron, inclusive a mis hijos mayores yo les enseñé a jugar y a atrapar la pelota con el guante.

También mi papá nos hizo un carrito, una especie de patineta, pero claro, rudimentaria, eran unas tablas unidas con dos tablones abajo, en donde iban las llantas traseras, y tenía otro que se movía con unas cuerdas que llevaba uno en las manos para girarlas y así cambiar de dirección.

Había cerca de la casa una barranca, bastante honda y muy empinada y es allí donde nos íbamos a hacer gala de nuestra “pericia”. Vale decir que yo siempre andaba con costras en las rodillas, pero no nada más eso, sino que cuando ya estaban cicatrizando, me volvía a caer y me las volvía a tirar y sangre por todos lados, pero no me importaba, simplemente me limpiaba, me volvía a subir y a jugar carreritas.

Cuando ahora recuerdo eso con mi hermano, llegamos a la conclusión que de verdad los niños tienen un ángel de la guarda, y vaya que lo traen ocupado todo el tiempo.

Había unos animales que volaban llamados “mayates” como abejorros, grandes, de alas tornasoles, a esos les poníamos un hilo y los traíamos volando alrededor de nosotros mientras corríamos, qué crueles, verdad? Pero en ese tiempo nos parecía muy divertido.

También cazábamos luciérnagas y las poníamos en un frasco, dizque eran nuestras lámparas, en fin, que no teníamos tiempo de aburrirnos, mis hermanas Ana y Sara eran pequeñas, así que ellas no entraban en nuestros juegos.

Como mi mamá pensaba que yo andaba metida en solo juegos no “propios” de una niña, me obligaba y lo digo sinceramente, me obligaba a jugar a la casita y a la comidita y todas esas que para mi eran tonterías, ahora tengo casi 50 años de jugar a eso y no es divertido jajaja.

Me hacía que invitara a otras niñas y muy modosita jugara con ellas a la “comidita” una vez por semana. Ese día si era el más aburrido de todos. Pero bueno, en aquellos tiempos uno no podía contradecir a nuestra mamá, es más hasta ahora me cuesta trabajo hacerlo, cuando pienso que es algo injusto, pero por lo menos hablo con ella, pero en ese tiempo, para nada, su palabra era ley.

Había también un pequeño laguito, a donde íbamos a echar barquitos de papel, o hechos con pedazos de madera y le poníamos una vela y a ver cual llegaba más lejos.

Cerca de allí había un lugar llamado Trasquila, en donde había un riachuelo, había muchos árboles de capulines, a mis papás les gustaba mucho llevarnos allí y la verdad es que era muy divertido.

Mis tías Pepis y Chelo iban seguido, también iba Luis Cuevas, recuerdo muy bien un día en que llovió tanto que estábamos empapados, teníamos que subir una colina y como estaba tan lodoso, casi al llegar arriba nos resbalábamos nuevamente hacia abajo, no se cuánto tiempo nos llevó subirla, pero recuerdo a todos risa y risa y cuando alguien se caía, otros bajaban a ayudar y total que ya se imaginarán el desorden, pero lo peor es cuando empezó a hacer mucho frío, no íbamos preparados para eso y luego nos subimos en un camión en los que las ventanas todas estaban rotas y entraba un frío espantoso.

Cuando llegamos a la casa, mi mamá nos secaba, nos poníamos la pijama, nos daba un te y a la cama. Qué recuerdos aquellos.

Mi papá trabajaba desde temprano y ya llegaba tarde y no le daba tiempo de ir a comer porque tenían muy poco tiempo, entonces mi hermano y yo le llevábamos la comida, mi mamá nos daba una canasta (se me imagina como la de Caperucita Roja) nos compró nuestra sombrilla pues estaba lejos y a medio día el sol estaba muy fuerte, ya teníamos un sitio predeterminado donde lo esperábamos poníamos el mantel y sacaba lo que le había mandado mi mamá, pero como habíamos caminado mucho, pues la verdad que nos daba apetito, entonces mi papá nos daba la mitad de su comida y por consiguiente comía muy poco.

Cuando le platicamos a mi mamá que mi papá nos daba de su comida, lo que hizo es poner extra para que mi hermano y yo comiéramos, lo mismo más agua, a mi papá le gustaba el agua de limón con sal, supongo que le ayudaba a soportar los calores tan fuertes y no insolarse.

Nos gustaba mucho llevarle la comida y eso era todos los días, de regreso, recogíamos flores silvestres y se las llevábamos a mi mamá y las ponía en un florero en la mesa.



Siempre traíamos un pañuelo prendido al vestido con un seguro, para lo que se pudiera ofrecer, eran muy bonitos, mi abuelita siempre nos mandaba muchas cosas, lo que no me gustaban eran unos moños como de alambre, con agujeros, yo creo hechos con una perforadora y eran de muchos colores.Un día mi mamá me peinó para irme a la escuela, me hizo mis trenzas y me puso unos moños, yo le dije que no quería, pero de todos modos me los puso, se que era para que yo me viera más bonita, pero la verdad es que nunca me ha gustado usar nada de eso, soy muy simple hasta la fecha.Como empecé a llorar, mi mamá me quitó los moños, me deshizo las trenzas, ya saben cómo queda el cabello después de desbaratarlas, me lo esponjó y así me mandó a la escuela y yo preferí ir así que con esos famosos moños jajaja. Lo siento, pero no tengo una foto de ese día. :)
Como siempre, los quiero mucho. Cuídense!!