Saturday, November 26, 2011

En la escuela

Me gustaba mucho ir a la escuela, aunque teníamos varios maestros que válgame Dios, uno de ellos, siempre llevó el mismo traje, a la mejor tenía varios del mismo color, porque siempre iba muy limpio. Ese era el maestro de matemáticas, y cuando se enojaba, nos decía... "bestias, peor que animales!"... yo pensaba que la bestia era él, pero ni para decirle nada.

Otro maestro, nos decía... no se qué hacen aquí, haciendo falta tantas sirvientas!!

Otra, maestra de geografía... le decían "la terremoto", era una maestra gorda, muy alta y de verdad parecía un terremoto, te movía por el salón, como si fuera una sílfide... y pobre del que le preguntara y no supiera la contestación... ardía Troya... como yo siempre fuí muy tímida y muy callada, lo menos que quería es que me gritara enfrente de todo el salón, así que estudiaba su clase con especial atención y qué creen... siempre me preguntaba y pues yo siempre le contestaba correctamente... un día no se porqué razón, no estudié, seguro por andar de vaga, al día siguiente, como de costumbre a ver Lydia... yo pensé... -trágame tierra- pero nada, seguí en mi silla como si nada, en eso dice... no, tú siempre sabes la lección, le voy a preguntar a uno de esos que nunca saben nada... ¡salvada!... nunca volví a dejar de estudiar su materia.

La verdad es que siempre sacaba buenas calificaciones, había una compañera japonesa en el salón, se llama o llamaba Alicia, ella y yo siempre sacábamos los primeros lugares, cuando ella era el primero, yo era el segundo, cuando a mi me tocaba el primero, a ella el segundo y así fue durante todo el año.

Se acostumbraba en cada salón escoger a un "jefa de grupo" y para mi mala suerte, mis compañeras me escogieron a mi, yo que quería siempre pasar desapercibida, que nadie me notara, nada... un día, una compañera, de nombre América de Anda se sentaba atrás de mi, me decía algo y no le hacía caso, pues estábamos con una maestra que porque voló la mosca, sacaba del salón a quien fuera, pero empezó a tocarme para que volteara, volteé para decirle, ya... cuando en eso voltea la maestra y me dice... Lydia, salte.

Fue la única vez que me sacaron del salón... al rato ya parecía que la clase era fuera, pues estábamos más afuera que adentro... en eso pregunta la maestra... y quien es la jefa de grupo? y le contestan... fue a la primera que sacó!

Esta amiga América, me invitaba a comer a su casa, ella vivía en la colonia Tepeyac, bastante lejos de Narvarte... en su casa vi la primer televisión... era un mueble enorme... con una pantalla muy pequeña casi redonda.

Como verán, maestros y maestras bastante faltos de cariño por sus estudiantes... claro que no todos eran asi... por fortuna eran los menos. Me gustaba la escuela, me gustaba el ambiente, era una escuela muy grande, si de primer año eran 11 salones con 40 niñas, segundo eran 7, tercero 3... y cuatro 1... la carrera era de secretaria, que eran tres años, y de contador privado 4.




2 comments:

Mandy said...

Muy interesante mala suerte esa sacada del salon, pero me recordo a Max que asi le paso... en fin gajes del oficio... saludos y buena semana.

Lizette Jacinto said...

Me gustó mucho tu historia!