Sunday, February 04, 2007

TARDE PERO SEGURO

No quisiera disculparme por no haber escrito antes, ni prometer que lo haré más seguido, sólo me haré la promesa solemne a mi misma de no dejar pasar tanto tiempo, espero poder cumplirla.

Bueno, pues siguiendo con mi relato que dejé a medias hace ya mucho tiempo :( finalmente cuando llegué al salón de clases al que me asignaron, que por cierto, llegué a uno al que todo mundo quería que sus hijos fueran allí, pues la maestra a la que recuerdo con mucho cariño se llamaba Victoria Osuna de Castro, era verdaderamente capaz y muy exigente, era un salón de mujeres pero como en toda regla hay sus excepciones, asi aqui, entonces teníamos varios compañeros hombres, uno era el hijo de la maestra, llamado Juan Manuel, tremendo... otro, era el hijo de otra maestra, un japonés, que era el otro lado de la medalla de los demás, pues era aplicado, educado y no recuerdo haber platicado con él ni para bien, ni para mal, y había otros cuatro o cinco más, todos ellos de apellidos gringos, Wilson, Robinson, y otros que no recuerdo.

La maestra tenìa un gran cinturón junto al pizarrón y seguido lo usaba en las pompis de todos ellos, menos de Mauro, que era el nombre del japonés.


Eran dos los más castigados, uno por supuesto era su hijo, pero de verdad que eran tremendos, como todos los de esa edad. Pero debo agregar que todos los hombres en el salón era porque los papás querían que estuvieran con esa maestra, que como les cuento, era muy exigente, asi que ella tenía permiso expreso de ajusticiarlos cuando asi lo ameritara, asi que si alguno de ellos iba a decir a su casa que la maestra lo había cinturoneado, pues no nada más en la escuela iba a ser reprendido, asi que nunca decían nada.

Bueno, pues sucede que como era de esperarse, cuando entrábamos al salón, lo primero que hacíamos, era entregar la tarea, a alguien que pasaba a recogerla y él o ella misma los repartía a alguien distinto, después uno de los alumnos pasaba al pizarrón y contestaba las preguntas y hacían los problemas que nos habían dejado.


Una vez terminado, la maestra, con la lista de asistencia, preguntaba las calificaciones, y asi iban de nombre en nombre, hasta que llegaban al mío... Lydia Montes... y se oía una voz que a mi me sonaba como salida del averno... CERO!!

Todas las miradas hacia mi... trágame tierra, por favor desaparéceme, por favor hazme invisible... pero nada, yo seguía sentada sintiéndome la más tonta de la tierra.

Cuando llegaba a la casa, mi mamá me preguntaba como todas las mamás preguntan, cómo te fué? igual, le contestaba, volví a sacar cero. Entonces mi mamá tuvo la idea de que pidiera los cuadernos de los compañeros para pasar los apuntes y lecciones que ya habían visto, en aquellos tiempos se acostumbraba (no se ahora) que la maestra se paraba y dictaba; todo mundo a escribir y luego a estudiar de allí.

Asi que entre mi mamá y yo pasamos TODO lo que habían visto y me puse a estudiar de allí.

Días después, cuando preguntaban... Lydia Montes... la misma voz, decía, UNO!! pero como va a ser!!! si había estudiado no se cuánto tiempo!!.

Lydia Montes..... DOS!! bueno, voy de gane jajaja, claro ahora me río pero en esos momentos sentìa que me quería morir de vergüenza!.

Lydia Montes... TRES!!... Lydia Montes... CUATRO!!! y de pronto... Lydia Montes... DIEZ!! y de allí pa'l real jejeje.


Claro que también recuerdo cuando no era capaz de sacar el porcentaje de una cantidad y mi mamá me explicaba una y otra vez ... y nada... y nada... y nada, entonces me dió una ronda de coscorrones tan fuertes, que no digo, que se me "abre" el entendimiento como por arte de magia.

De pronto, yo era la que dictaba, la que ponía tareas, la que pasaba al pizarrón a desarrollar los problemas, a hacer las cuentas, en fin, un día ya era la "teachers pet" :).

Recuerdo esos días de escuela con mucho cariño.

Claro que cuando llegué allá... en el recreo me hacían rueda porque yo hablaba muy "chistoso", pero como todo niño, al rato yo ya hablaba como una verdadera sonorense jajaja.


Pronto seguiré mi relato, mientras tanto, quiero decirles que los quiero mucho :)

5 comments:

Anonymous said...

es por eso qeu te decian tache? que bonito relato me hizo reir!.
PD Yo también quiero tortillas, no quiero PAN!

Nanny Lidia said...

muy lindo !!! me trajo recuerdos eso del cinturon jajaja, a veces pienso lastima que ya no se usa mas, algunos estudiantes lo necesitan , me alegra leerte otra vez.
Un beso Tocaya!!

Lizette Jacinto said...

hola!! sigue escribiendo, anda. te quiero

Chilanga said...

Hola :) pasé a saludar.

Anonymous said...

Lo bueno, digo yo, de sacar cero... es que uno no puede sacar menos de eso, asi que pa cambiar hay que aumentarle, jaja! no te quedaba de otra. Existe el verbo cinturonear??? :*S ni me digas!!!