En aquel tiempo Petróleos Mexicanos estaba en Ave. Juárez... en el mismo lugar donde después estuvo un Conalep que se cayó con el terrible terremoto de 1985.
Era un edificio muy bonito, de esos antiguos... con un gran patio central, de dos pisos y con corredores, la verdad que me gustaba mucho... se veía muy sólido, asi que cuando supe que se había caído, pues como que no lo podía creer.
Así que no tenía que ir tan lejos como ahora que está en Marina Nacional.
Tenía muy buen sueldo, pues ganaba el triple que en algún otro lugar... en aquel tiempo mil quinientos pesos mensuales era mucho y eso era lo que yo ganaba.
La hora de entrada era a las siete y media de la mañana y salía a las 3 de la tarde... al llegar checaba una tarjeta y a la salida también.
Cuando me daban esos días para trabajar, me entregaban una hora en donde decía a qué departamento iría, cuantos tiempos y a quien suplía.... el departamento que más me gustaba era Ingeniería Civil. Era un lugar tranquilo y con trabajo pero no como en el que les cuento... aquél se llamaba Fuerza Motriz. Recuerdo que allí había un ingeniero que me llevaba una torta todos los días... a la mejor me veía que me faltaba comer o algo así... o simplemente le caía en gracia... nunca me dijo algo fuera de lugar ni nada... cosa que no puedo decir de todos... eso es algo que no me gustaba de Pemex... todos pensaban que podían molestarte, hacerte propuestas o sólo verte con unos ojos libidinosos horribles.
Un día que llegué un ingeniero me dijo:... fíjese que ayer vi a una niña muy parecida a usted... andaba en patines y tenía una bicicleta a un lado... mmmmm... y le pregunto: en donde la vio?... y me dice... a un costado del Tribunal de Menores... trágame tierra... claro que era yo... y le contesto... si, era yo... What??? no lo podía creer... como les digo... para ir a trabajar me disfrazaba!!
En aquel entonces seguía viviendo con mi abuelita... también Paco vivía con nosotros, o sea éramos, mi tío Arturo, mi abuelita, Paco y yo.
Una noche, le digo a mi abuelita... como que el colchón está vencido... pero no era el colchón sino el tambor, que se usaba para poner arriba el colchón... eran de alambre entramado y en las orillas los detenían unos resortes entonces me dice... mira, en el cuarto de servicio en la azotea, hay unas tablas, tráelas y las pones para que ya no esté tan flojo el colchón... muy bien, fuí, bajé las tablas y se las puse... tendí la cama y me acosté... a media noche... qué es ésto!!! piquetes por donde quiera, horrible!! nagüe!!!... algo me está picando!!!... prendo la luz. y nooooooo!!! miles de chinches en aquellas tablas!! aghhhhhhhhhhhh... entonces lo que hice... me fuí a acostar a la sala... y allí he tenido la pesadilla más horrible... en eso llega Arturo y abre la puerta... no me podía ni mover... parecía que el corazón se me iba a salir... hice acopio de fueras, me levanté y me fuí corriendo con mi abuelita... me puedo dormir contigo??? y así pasé esa noche de terror de arriba a abajo!!.
1 comment:
Que horror de verdad con semejante animalejos....
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